Estos hornos surgen principalmente para solventar de forma autónoma la “cochura del pan”, tan escaso en aquellas épocas y en la posguerra, cuando las familias se tenían que buscar la vida.
El horno de leña fue fabricado por la gente del pueblo. En un principio hubo siete como este por distintos parajes del municipio, pero actualmente solo queda este en pie.
Cuando se hicieron los primeros hornos a finales del siglo XIX (alrededor de 1890), se construyeron muy grandes teniendo que recogerse mucha leña para calentarlos. Este, en concreto, fue modificado en 1954 por Manuel Gutiérrez y Maximiliano.
Las mujeres realizaban sus panes con la “cochura con recentaúra”, hacían dulces, tortas, “almantecaos”. Esto contribuyó a que el hambre no fuese tan acuciante en los famosos “años del hambre” siempre que se pudiese conseguir un poco de harina.
El pan que cada familia sacaba de sus hornos se guardaba en tinajas y duraba de 10 a 15 días. Las mujeres del Hoyo se buscaban otras mañas para elaborar su pan. De la lumbre se sacaba brasa, se barrían bien los alrededores de la chimenea, se colocaba la masa en el suelo, se le ponía un brasero encima bocabajo y todo se cubría bien con la brasa por encima del brasero y alrededores…Y así salía un pan o unas tortas.
Estructura del horno
El horno consta de tres partes: la peana o base, que se respetó de la primera que se hizo, mide 6.30 metros de diámetro, sobre la cual hay una cúpula de ladrillos macizos formada por 537 ladrillos y se encuentra forrada de barro y paja para mantener el calor. Los ladrillos se reciclaron del pueblo minero que hay a 5 km de El Hoyo, pues al cerrar las minas los gerentes ofrecieron al municipio cualquier elemento que pudiese ser utilizado.
El horno era y es empleado para cocer por cualquier vecino, previo aviso.
Cuando más se cocía era en Semana Santa
Esta Ermita se encuentra a pocos kilómetros de la entrada al pueblo. Anexa a la ermita hay una zona recreativa...