Inaugurado en el año 1915.
Es el parque más antiguo de esta ciudad con 9 ha y está ubicado en la zona sur. Construido a principios del siglo XX por don Rafael Gasset y Chinchilla, quien aportó a Ciudad Real la riqueza del agua tras la construcción del pantano que lleva su nombre.
En este espacio descubriremos árboles singulares junto a fuentes y esculturas de personajes ilustres de esta ciudad.
ÁRBOLES SINGULARES
El gran olmo centenario nos da la bienvenida junto a la puerta principal del parque. En el paseo del Pintor López-Villaseñor encontramos dos ejemplares de Tejo y Cedro del Líbano, así como un centenario ciprés de copa horizontal.
Partiendo de la Fuente Talaverana, junto a la escultura de José María de la Fuente veremos un bonito pinsapo, abeto originario del sur de Andalucía, y una acacia del Japón. En el entorno de esta fuente podemos disfrutar de un ejemplar de tilo de hoja pequeña, una morera del papel y una joven encina, una de las pocas existentes en la ciudad.
Nuestra siguiente parada es en el paseo Escultor Martín Donaire con la Fuente de Gasset y la Talaverana. En este pequeño tramo delimitado por cipreses en topiaria encontraremos un bonito ejemplar de laurel.
El recorrido continúa saliendo al paseo del pintor López-Villaseñor, junto a la Fuente del Albercón. Allí podremos ver un ejemplar de pino carrasco de peculiar porte y gran copa.
De vuelta por el mismo paseo del pintor López-Villaseñor encontraremos un gran ailanto, que cierra este singular paseo formado por especies tanto autóctonas como aclimatadas a estas latitudes.
MONUMENTOS Y ESCULTURAS
Inauguramos nuestra ruta con el busto dedicado al alcalde Don José Cruz Prado, situado entre el paseo del pintor López-Villaseñor y el paseo Principal.
Continuaremos por este paseo hacia el Colegio Ferroviario, donde encontraremos la escultura dedicada al pintor manchego Alfredo Calatayud.
Volveremos al paseo Principal hasta poder ver a mano derecha tres de los elementos más emblemáticos del Parque Gasset: la librería, el palomar y las pérgolas. Durante los primeros años de vida del parque, los visitantes podían disfrutar de un agradable rato de lectura, todo ello gracias a la librería. Junto a esta se halla un antiguo palomar y dos bonitas pérgolas compuestas por columnas revestidas de baldosas cerámicas y por unas viguetas de madera cubiertas con madreselva.
En la zona más al sur del parque contemplaremos la Cruz de los Casados, monumento dedicado a la leyenda de los amantes Sancho y Blanca, una de las más conocidas de Ciudad Real.
En la zona norte, a la izquierda de este paseo, se halla el Monumento al Árbol, estructura geométrica en piedra con un cedro en su centro.
Por último, tras salir por la entrada principal del parque, apreciaremos las esculturas de Don Quijote y Rocinante; y de Sancho Panza y Rucio, que en disposición de vuelta a casa nos despiden de este singular paseo de una forma cercana y algo cómica.
Si
Ciudad Real, capital de la provincia, es una ciudad que tiene mucho que ofrecer y que sorprende a todo...