Las minas de San Quintín forman parte del conjunto Metalífero de Sierra Morena, que se extiende, sin solución de continuidad, por las dos vertientes del escalón montañoso. Se encuentran a dos Kilómetros de Cabezarados y a trece de Villamayor de Calatrava, en el cruce de carreteras correspondiente a Villamayor-Cabezarados y Almadém-Puertollano, dividiento la concesión minera en dos. La extensión total de las 25 concesiones que forman las minas es de unos 2.450 m2, aunque solo se han efectuado trabajos en unas 70 hectáreas.
Fueron explotadas por primera vez por los romanos, habiéndose encontrado trabajos de hasta 100 metros de profundidad. La primera referencia que encontramos de las minas de San Quintín es de mediados del siglo XVI, al ser registradas algunas explotaciones en el vecino termino de Villamayor de Cva. Fueron explotadas los siglos siguientes hasta que en el XVIII parecen abandonadas, pues no se hace ninguna mención en una relación de minas del término. En el siglo XIX se vuelve a mencionar la explotación de dos de ellas pertenecientes a las minas de San Quintín.
La evolución de la producción alcanza su punto más alto en 1903 y la decadencia a partir de 1912. La crisis de los años treinta provocaría la crisis de estas minas en 1934. Después de 1973 se llevaron a cabo diferentes prospecciones, con resultados no satisfactorios.
La explotación de estas minas dio lugar al poblado minero que se dividía en varios barrios: Núcleo de San Quintín, «»Casas de Musa», Peña del Rayo y Cavilas.
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