542 inhabitants
A 69 Km. from the capital
Alcoba de los Montes se ubica en la provincia de Ciudad Real, dentro de la demarcación territorial de los Montes de Toledo. Principalmente, destaca por sus más de 18.000 hectáreas que aporta al Parque Nacional de Cabañeros, (según el sig-pac, instrumento nuevo de medida, mide aproximadamente unas 16.000 has). Según el INE del 2017, el término municipal de Alcoba cuenta con 542 habitantes. Asimismo, Alcoba cuenta con la pedanía de Santa Quiteria, que está situada cerca del arroyo de los Pescados.
Por otro lado, la actividad económica de Alcoba de los Montes depende de la agricultura, ganadería y la explotación de los recursos cinegéticos. Aun así, en los últimos años, ha incrementado su presencia en la población el sector del ecoturismo y eso se debe a su cercanía al Parque Nacional de Cabañeros.
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Respecto a sus orígenes, cabe destacar que la palabra «Alcoba» se documenta por primera vez en el año 1105. Lógicamente, el nombre propio de Alcoba es de origen musulmán y viene de Alquiba, que puede tener varios significados como el de “peso público”. En cualquier caso, el origen de Alcoba puede estar en la existencia de un ramal de la calzada romana que unía Mérida con Toledo, denominado “El Canal de los Empedrados”. Aun así, no se ha encontrado ningún resto de esta calzada romana. Posteriormente, en 1506, Bartolomé Herrera y Juan García Valeruelo aseguraron que el nombre venía de un arroyo cercano a la localidad, el arroyo Alcobilla.
Asimismo, como hecho de gran importancia, destaca la batalla que se disputó en el campo de Arroba y de Alcoba, en la que las tropas musulmanas resultaron vencedoras.
Por otro lado, en el año 1269, Alcoba fue integrada en la recién creada comarca de los Montes de Toledo. Tras una serie de problemas con la Orden de Calatrava, En efecto, se llevó a cabo una reunión en la hoz del río Estenilla, en Villarta de los Montes, lugar que hoy se encuentra sumergido por las aguas de la presa del Cíjara y de ese proceso nació la comarca de los Montes de Toledo.
En ese caso, consideraron que no era necesario crear otras pueblas, pero sí se respetaron las que ya habían sido hechas, ya que, según este documento, estaban presentes los villares antiguos de Arroba y de Alcoba. Asimismo, se acordó que en dicha comarca solo se podrán construir “casas o chozas para sus colmenares, para sus losas o para recabar sus derechos de las tierras…, mas que no labren por pan porque los extremos no minguen”[1]. Por consiguiente, podemos hablar de que esta localidad ya estaba habitada hace muchos años.
Ya en el siglo XVI, lo que encontramos en los documentos sobre Alcoba de los Montes es que se sitúa al pie de la sierra de San Sebastián, además de tener otras dos sierras, la sierra “La Fuente” y la sierra “La Solanilla”. En cuanto al número de habitantes, parece que oscilaba entre los 70 y 80 vecinos aproximadamente (300 o 400 habitantes), aunque también poseía una serie de anejos como el de “El Rostro”, el de “Los Cadocos” (hoy llamado los Cadozos), que contaba con la ermita de Santa Quiteria y la Sandijuela.
Aparte de eso, parece que la actividad que más destacaba era la recogida de miel, incluso por encima de la agricultura o la ganadería. Respecto a esta última actividad, en los alrededores de Alcoba se podían divisar más bueyes que ovejas o cabras. Asimismo, hay constancia de que cerca de la localidad hubo una serie de minas de plata.
Según los datos que conservamos hoy en día, parece que la iglesia de la localidad era la de Nuestra Señora de la Consolación, aunque pertenecía a la iglesia de Arroba. Además, había tres ermitas más en la localidad: la de San Sebastián, la de Sta. Quiteria y la de S. Juan. Como no podía ser de otra forma, Alcoba entra dentro del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1572, documento en el que se recogen distintos datos sobre los impuestos de la época. Según lo que aportan este tipo de documentos, parece que las casas estaban hechas con paredes de tierra y vigas de madera.
A su vez, el término municipal de Alcoba ocupaba unas 5000 varas castellanas (unos 41 Km.), lo que suponía un total de tres días para rodearlo entero. En esta localidad, había mancomunidad de pastos para su ganado, mientras que las tierras, que eran de secano, estaban clasificadas en buenas, medias e inferiores. Por su parte, las tierras que no estaban cultivadas ocupaban menos de 8000 fanegas y tampoco se tiene constancia de que existiesen árboles frutales en estas zonas.
En cuanto a la evolución de la demografía del municipio, conviene señalar el progresivo descenso que se produjo desde 1576 a 1752, debido a la dificultad para llevar a cabo la actividad agrícola. Se pasó de 70 a 35 vecinos. Asimismo, los vecinos de Alcoba disponían de ayuntamiento propio (su alcalde se llamaba Manuel Pérez), una fragua para los utensilios de labranza, una casa para recoger grano, diversos hornos y una cerca destinada a guardar el ganado de la dehesa.
Realmente, el pueblo actual se origina cerca de una antigua torre que protegía a los viajeros del camino romano que unía Mérida y Toledo, mientras que en la Edad Media sirvió de límite entre la Orden de Calatrava y el Arciprestazgo de Toledo, razón por la cual fue un lugar concurrido por convertirse en el centro de los pagos de portazgo de todas las mercancías.
A diferencia de lo que ocurría en el pasado, a los visitantes que deciden pasar por estas tierras no se les cobran impuestos por disposición de la Orden de Calatrava, sino que son acogidos en los alojamientos rurales de la localidad. En estos lugares, los viajeros pueden disfrutar de suculentos platos y se les enseña la sabiduría de la madre naturaleza, los hábitos de la fauna, o, por ejemplo, a observar a las aves anidando en la laguna Grande, incluso a contemplar el Mesto, un árbol centenario repleto de leyendas en la singular aldea de colonización de Santa Quiteria.
[1] Historia de Alcoba | Ayuntamiento de Alcoba y Santa Quiteria (alcobadelosmontes.es) [Consultado 15-06-2021]
Santa Quiteria es una pequeña pedanía que se sitúa dentro del Parque Nacional de Cabañeros, por lo que...
Respecto a las fiestas y tradiciones de Alcoba de los Montes, destaca su Carnaval, que cuenta con una gran tradición. Además, es importante señalar que esta festividad de Alcoba se caracteriza especialmente por la existencia de las figuras del Ahorcado y el Maculillo.
Esta tradición carnavalesca se remonta a épocas medievales y se basaba en la justicia que practicaba el pueblo contra un reo. Este acto tiene lugar el domingo de Carnaval por la mañana. Posteriormente, en el mismo día, también se lleva a cabo el evento del Maculillo, que coincide con el baile de las estudiantinas. En este caso, las mujeres mantean a los hombres, vecinos y forasteros, y, mientras bailan, golpean con un cuerno la zona del pubis, a la vez que entonan un cantar. Se suele decir que es para que el mancebo no se “apurgare”.
Asimismo, las estudiantinas son bailes y cantares que realizan grupos de personas de ocho personas como mínimo. Asimismo, el contenido de esas letras normalmente se refiere a hechos acaecidos dentro del pueblo en el año anterior.
Meses más tarde, durante los días 22 y 23 de mayo, se celebran las festividades de santa Rita y santa Quiteria.
En cuanto a la festividad de Sta. Quiteria, es típica en esta fecha la elaboración de unos panecillos singulares, que, posteriormente, son bendecidos y se les da el nombre de sobaos y aigas. Normalmente, son elaborados por personas del pueblo, los mayores y, sobre todo los niños de la escuela, bajo la supervisión de la hermandad de Sta. Quiteria. Una vez elaborados, se reparten a todos los vecinos para festejar a la Virgen. Incluso el día de la procesión de esta santa, en la entrada a la Iglesia, se hace una puja especial de sobaos y aigas. Además, también se subasta la entrada de la Virgen a la iglesia y la conducen al templo aquellas personas que más hayan pujado para hacerlo.
Asimismo, desde hace unos treinta años, durante la primera semana del mes de agosto, se celebra la Semana Cultural y, como su nombre indica, esta festividad consiste en mantener viva la cultura y tradición del pueblo. En dicha semana, los más jóvenes suelen participar en los eventos tradicionales, culturales y deportivos que se organizan. Es tal su importancia que se puede decir que es la semana que más personas vienen a Alcoba de los Montes.
Por último, el Santísimo Cristo de la Veracruz se celebra el 24 de septiembre.
Tradicionalmente, sus habitantes se han dedicado mayormente a la ganadería y agricultura. De hecho, los extensos pastos amparan una numerosa cabaña de ovino y especialmente caprino, que salpican los montes entre las jaras y las retamas.
A la hora de visitar este pueblo y su entorno, se dice que hay que venir sin reloj y recorrer, poco a poco, sus pequeños núcleos, para después adentrarse poco a poco en el Parque Nacional de Cabañeros y disfrutar del paisaje, de la fauna, de la flora y de la naturaleza acogedora y creadora de diversidad y de vida.
Además, sobre una cumbre cercana a la localidad se erige el yacimiento arqueológico del "Castillo de los Moros". Se trata de un asentamiento prehistórico de la Edad de Bronce, originado hace 3500 años por una sociedad de agricultores, ganaderos y metalúrgicos que conocían y se servían de todos los recursos que la naturaleza ponía a su disposición. Por eso mismo, dedicaron sus esfuerzos a la metalurgia del bronce.
Yacimientos como estos se denominan “castellones” y se caracterizan por estar ubicados en enclaves de alto valor estratégico, ya que se puede divisar desde ese punto un amplio territorio. Además, la construcción se adapta de manera orgánica a la morfología del relieve. Suelen estar formados por torres circulares, enlazadas por lienzos de muralla, que dan forma a un conjunto arquitectónico que nos remonta a un tiempo en el que existía una ardua lucha por los recursos naturales.
Por otro lado, dentro del municipio se puede visitar en horario de culto la Iglesia de la Consolación, construida en el siglo XVI y la Ermita de San Sebastián.
A su vez, es de gran importancia la visita al Museo Etnográfico, ya que muestra de manera didáctica el mundo rural y el pastoreo. En este aspecto, podremos conocer la vida cotidiana, los oficios y el trabajo realizado en estas tierras. También encontraremos información y asesoramiento turístico de la zona.
Alcoba de los Montes se ubica en los Montes de Toledo, donde también encontramos el Parque Nacional de Cabañeros. Se trata de una región natural situada al sureste de los Montes de Toledo de Ciudad Real y los expertos consideran que es la formación montañosa más antigua de la Península Ibérica, con 570 millones de años de antigüedad. Sus orígenes se sitúan en torno a los periodos geológicos denominados Precámbrico y Cámbrico, momento en el que este territorio fue sumergido por el mar.
En cuanto al paisaje de este entorno, cabe destacar que es una bella mezcla de elementos físicos, bióticos y antrópicos, y eso se puede comprobar recorriendo estos parajes naturales. Asimismo, el relieve del terreno de Alcoba es una configuración geomorfológica que se ha ido formado durante muchos siglos y que se conoce con el nombre de “relieve apalachense”.
Por otro lado, es cierto que la comarca de los Montes de Toledo se sitúa entre las cuencas de los ríos Tajo y Guadiana, incluso nacen en estas tierras algunos afluentes del Guadiana, como el río Bullaque. Además, recorre los términos de Alcoba, Santa Quiteria y El Robledo el río Alcobilla, que desemboca en el río Bullaque en la pedanía de las Islas.
Aun así, el caudal del río Alcobilla es bastante irregular en función del curso de las estaciones del año, ya que en los meses de verano su caudal suele disminuir notablemente, mientras que en los meses de otoño e invierno suele registrar notables crecidas por las lluvias.
Por otra parte, se podría decir que Alcoba es una llanura aluvial del río Bullaque, ya que sabemos que la construcción de llanuras aluviales y terrazas están muy presentes en la región. Estos fenómenos naturales se producen porque los cursos de los ríos depositan toda la carga de elementos que venían arrastrando y que ya no pueden transportar por el cambio en el caudal o en la pendiente, entre distintos factores.
Asimismo, encontramos en Alcoba la Laguna Grande de Alcoba, que está entre las dos sierras de La Solana y La Umbría, en las rañas de los valles centrales. Destaca de ella, por ejemplo, la presencia de cantos rodados o el tipo de paisaje que se puede observar desde este paraje natural.
Otros elementos naturales de gran importancia para Alcoba son las fuentes . En la zona de la sierra, encontramos seis (Los Conejos, El Alcornoque, Las Preñas, Portorrubio, Las Canalejas y La Teja), pero hay más en la propia localidad. Además, se dice que estas fuentes se encuentran por encima de la raña, ya que, al estar compuestas por tierras arcillosas impermeables, el agua de se infiltra en la arcilla y emerge.
Por último, en determinadas zonas, existe una abundante representación de fósiles como los trilobites, las cruzianas, el gusano, las anémonas (del grupo de las medusas y corales) y los graptolitos.
Es uno de los parajes más singulares de Alcoba que pertenece al imaginario colectivo de los vecinos....
Es un humedal formado por dos pequeñas lagunas que tiene un carácter estacional que hace que la vegetación...
En la propia sierra, podemos encontrar hasta seis fuentes: Los Conejos, El Alcornoque, Las Preñás, Portorrubio,...
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Muy residualmente se llevan a cabo trabajos en madera y corcho.
-Quesos de cabra y oveja artesanos
-Producción de cera y miel
-Buena repostería
-Embutidos
-D.O.P. Aceite de los Montes de Toledo
Encontramos una cocina tradicional elaborada con productos saludables. En este caso, destaca la repostería con sus famosas pastas de manteca, que aún se continúan elaborando en sus pastelerías. También tienen una gran tradición los rosquillos, los nevaditos y los sobaos, elaborados para las fiestas patronales.
Existen varios senderos auto-guiados:
-Ruta de las 6 fuentes, a pie de 12 km.
Comienza en el núcleo urbano de Alcoba y podemos hacer un recorrido por bellos parajes y fuentes naturales.
-Ruta castillo de los moros, 9 km.
-Tiene una duración aproximada de 3 horas
-Dificultad: media. Comienza en el Museo Etnográfico y acaba en el Castillo de los Moros.
-Además, en este itinerario se podrán conocer fósiles e icnofósiles y desde el mirador del Morro del Rodrigo un paisaje espectacular.
-Por otro lado, cabe destacar también las rutas de la zona de Solana:
-Puntal del Rostro: es un lugar idóneo para disfrutar de uno de los más bellos espectáculos de la naturaleza: el celo del ciervo ibérico, llamado berrea. Esta ruta tiene una duración aproximada de dos horas y media. Además, en ella se puede disfrutar de la vista panorámica de la sierra denominada "Puntal del Rostro" y visualizar la zona de "la Raña", donde por el día hay gran cantidad de ciervos.
-Laguna Grande: esta ruta se puede hacer en aproximadamente dos horas y se puede realizar yendo y viniendo por el mismo trazado o haciendo una ruta circular: la ida se haría siguiendo un trazado recto, mientras que la vuelta se llevaría a cabo formando una descripción elíptica por la vía de la ruta del Puntal del Rostro.
-Peña de la Dehesa: es uno de los parajes más singulares de Alcoba. Se trata de un farallón cuartícico que se erige sobre la llanura circundante. Actualmente, está situada en una finca de propiedad privada, pero está cerca de un carreterín donde se puede disfrutar de la contemplación de su belleza. Se realiza en un tiempo aproximado de hora y media.
-Pantano del Cabrerón: su duración aproximada es de entre tres horas y media y cuatro.
-Caza mayor: ciervo, corzo y jabalí.
-Caza menor: liebre, conejo, perdiz, codorniz y tórtola.
-Carretera: CM-4106 y CR-P-7212
-Autobús: Inter Bus