Campo de Criptana

Restos del molino Castaño.

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Son múltiples las teorías que relacionan la llegada del Molino de Viento a La Mancha con la Orden de San Juan, o con los molinos de poste o trípode de Países Bajos y Flandes. Sin embargo, teniendo en cuenta la documentación y datos disponibles, parece más probable que el molino manchego haya tenido su origen en el mundo mediterráneo hacia finales del siglo XIII o comienzos del siglo XIV.
Existe documentación que fecha Molinos de Viento en La Mancha a mediados del S. XVI, como las conocidas Relaciones de Felipe II, compuestas entre 1575 y 1579, que dejan constancia de la existencia de Molinos de Viento en varias localidades, también Campo de Criptana. No es posible detCamperminar su número aproximado en esta época pues las fuentes se limitan a confirmar la existencia de “muchos molinos de viento”.
Los Molinos de viento de Campo de Criptana
Se encuentran en la Sierra de los Molinos, un espacio que, según la terminología de la Ley del Patrimonio Histórico vigente, es “zona arqueológica”, debido a que los molinos son una buena muestra de arqueología industrial. Asimismo, la Sierra de los Molinos y el Cerro de la Paz fueron declarados Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Histórico, en el año 2001.
Los Molinos de Viento estuvieron en funcionamiento en Campo de Criptana hasta la década de los años 50 del S. XX. En ellos se molía el grano con el que luego se hacía el pan y otros productos de primera necesidad.
Destacan los 3 molinos históricos que conservan su estructura y maquinaria original, se trata de los molinos “Sardinero”, “Infante” y “Burleta”. Supervivientes de la decadencia de la molienda tradicional y de la guerra civil, rehabilitados y funcionales, preparados para mover sus aspas y moler el grano, siglos después. Los Molinos “Burleta”, “Infante” y “Sardinero” fueron declarados Monumentos de Interés Histórico-Artístico en 1978 (esta denominación es hoy la de Bien de Interés Cultural), son los más antiguos y conservan su estructura y maquinaria.
Los 7 molinos no históricos son los Lagarto, Culebro, Pilón, Cariari, Inca Garcilaso, Quimera y Poyatos. Se trata de
reconstrucciones realizadas a mediados del S. XX, carecen de maquinaria, pero sus dimensiones y estructuras son fieles al del molino de viento manchego.
A estos 10 molinos que se conservan, hay que sumar otros 3 que, si bien no se encuentran completos, han sido objeto de una obra de consolidación, permitiéndonos observar un molino desde otra perspectiva y comprender mejor su estructura.
El molino que encontramos en Campo de Criptana es el denominado “de torre”. Característico es su tipo de construcción, a base de piedra y blanqueada con cal, con remate de cubierta de forma cónica, con armazón de madera. La planta es circular, con un grueso muro que soporta un techo giratorio para orientarse cara al viento.
En la Sierra de los Molinos no nos queda duda alguna, se respira en el ambiente, nos encontramos en el lugar que inspiró a Cervantes, nos encontramos en La Mancha, donde anduvo el Ingenioso Hidalgo.

El Molino Castaño
Es uno de los molinos históricos que aparecía en el Catastro de la Ensenada del año 1752. Los trabajos de recuperación de este edificio consistieron en la limpieza y consolidación de los restos para proteger los muros de la intemperie. Se incluyó una iluminación artística que pone en valor y resalta la importancia de este molino y su relevancia histórica en la zona. Se realizó una excavación arqueológica para proteger los restos para llegar al nivel de uso original, que sería la planta baja o cuadra del molino; pudiendo recuperar esas partes que antes no pudieron ser vistas.

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