Este volcán inactivo del término de Villamayor de Calatrava se alza sobre los riscos cuarcíticos que constituyen el flanco septentrional del anticlinal de la pedanía de Tirteafuera. Es un monte elevado que destaca como un “agudo cerro” sobre el territorio volcánico del Campo de Calatrava. Los estudios dicen que podría ser el volcán más antiguo de la zona, con cerca de 8 millones de años de vida, aunque una porción habría sido corrompida un par de millones de años después por leucitita olivínica.
La erupción del Morrón formó una efusiva y abundante emisión de lava que se derramó en coladas descendientes, que recorrieron las laderas meridionales de la sierra y cubrieron el fondo de un pequeño valle. La lava también alcanzó una llanada, pero allí la colada se detuvo porque estaba muy alejada del origen volcánico. También hay vestigios que demuestran que emitió rocas en gran cantidad.
Existe, alineado con el volcán del Morrón, un pequeño afloramiento de melaleucitita que sirve para marcar la posición de la fisura eruptiva. El afloramiento es incluso más antiguo (8,7 millones de años), por lo que supondría el inicio de las erupciones en la historia del Campo de Calatrava.
Las coladas del Morrón fueron intensamente explotadas, sobre todo entre los siglos XIX y XX, porque de allí se obtenían con mucha facilidad adoquines para la construcción. Años después se construyó el AVE, hecho que supuso una reactivación de la explotación y la utilización de las lavas como balasto.
Ante todo, su riqueza histórica consiguió que el Volcán fuera declarado Monumento Natural por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.